La adquisición de un vehículo es un proceso que implica consideraciones legales importantes, especialmente en un contexto como el español, donde existen diferencias significativas dependiendo de si el vendedor es una empresa o un particular. En este artículo, exploraremos las distinciones clave que los compradores deben tener en cuenta al realizar esta importante transacción.
1. Responsabilidad legal:
- Compra a una empresa: Cuando se compra un vehículo a una empresa, esta está sujeta a la Ley General para la Defensa de los Consumidores y los Usuarios y al Código Civil lo que implica una mayor protección para el comprador.
- Compra a un particular: En contraste, comprar a un particular implica menos protecciones legales, ya que la compra está sujeta al Código Civil en sus artículos 1461 y 1484 y ss. dónde regula los vicios o defectos ocultos, lo que significa que el comprador asume más riesgos y responsabilidades.
2. Garantías:
- Compra a una empresa: Las empresas suelen brindar al comprador una mayor tranquilidad en caso de problemas mecánicos o defectos ocultos. Ofrecen al consumidor un plazo de seis meses para reclamar vicios o defectos ocultos en base a los artículos 1484 y ss. del Código Civil y una garantía legal de un año sujeta a la Ley General para la Defensa de los Consumidores y los Usuarios en sus artículos 114 y ss.
- Compra a un particular: En la compraventa de un vehículo a un particular, por lo general, se ofrece un plazo de garantía de seis meses y es el propio Código Civil en sus artículos 1461 y 1484 y ss. el encargado de establecer este marco de la garantía. Dentro de este plazo de seis meses, el particular podrá reclamar cualquier vicio o defecto oculto que presente su vehículo.
- 3. Otros aspectos para tener en cuenta
Compra a una empresa: En algunas ocasiones, las empresas pueden facilitar los trámites administrativos relacionados con la transferencia de propiedad del vehículo, lo que puede agilizar el proceso para el comprador. - Compra a un particular: En general, los trámites administrativos y los impuestos asociados a la compra de un vehículo a un particular son responsabilidad del comprador, lo que puede implicar un proceso más complejo y tiempo adicional para completar la transferencia de propiedad.