Si tienes pensado comprar un vehículo es importante que tengas en cuenta que en España tanto la publicidad como los anuncios vinculan contractualmente. Y obligan al anunciante a cumplir con lo que ha ofrecido ya que su contenido podría equipararse a un contrato.
¿Vinculan la publicidad y los anuncios contractualmente?
El consumidor está protegido por la legislación y por ello los anunciantes deben hace una publicidad veraz, leal y honesta. A pesar de ello, siempre debes ser crítico como consumidor con la publicidad. Muchas veces en la publicidad se incluyen condiciones con mayores ventajas para el consumidor que las de contrato. En ese caso, se puede exigir que se cumplan.
Cabe mencionar la importancia del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre y la buena fe derivada del artículo 1258 del Código Civil, en la defensa de los derechos de los consumidores. La publicidad adquiere un mero valor interpretativo de la voluntad negocial de las partes que hace. Por tanto, exigible los contenidos de la oferta, la publicidad y promoción una vez celebrado el contrato.
Cómo exigir nuestros derechos como consumidores
Sin embargo, el derecho de exigibilidad del consumidor tiene sus límites, los cuales deben ser analizados para averiguar si el emisor de la declaración debe quedar vinculado con ella por tiempo indefinido:
- La publicidad constituye una oferta contractual: La aceptación de cualquiera de los destinatarios del contrato permitirá su perfección, de modo que el incumplimiento del empresario comprometería su responsabilidad contractual, es decir, la publicidad sería equivalente a un contrato.
- La declaración constituya una invitación a negociar: Cabrá la posibilidad solamente de la integración del contenido de su mensaje como una cláusula del contrato que eventualmente se llegase a celebrar en una negociación posterior, pero la simple aceptación por parte del consumidor, no producirá la perfección del contrato.
Lo que quiere decir, que solo podría quedar comprometida la responsabilidad contractual del vendedor en el caso de que los Tribunales reconocieran que se debe integrar el contenido de la publicidad como cláusula del contrato, de forma parcial o total.
Como consumidor debes tener en cuenta que se trata de invitaciones a negociar. Éstas pueden dar lugar a una relación dinámica entre las partes cuando existan extremos del contrato que no aparezcan en las declaraciones precontractuales. La publicidad se puede retirar, revocar o modificar. Pero en este caso, el consumidor no puede exigir que se integre el contenido de la primera declaración en el contrato final.
Por ello, es de especial interés analizar la causa de la ruptura de negociaciones entre las partes, y en el supuesto de que no sea justificada, determinar si queda comprometida la responsabilidad precontractual de los contratantes en el caso de que las actuaciones se realicen en contra del principio de buena fe.
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