A continuación, vamos a intentar resumir y explicar todas las ventajas que tiene un cliente o una empresa al comprar un coche durante el año 2022 con la nueva ley de garantías. Empezamos el año con buen pie y con cambios respecto a la normativa de consumo.
Objetivos de la Ley de Garantías para el 2022
Lo que se pretende con esta ley es ofrecer más confianza al consumidor y mejorar el funcionamiento de los coches tanto nuevos como usados.
Es importante destacar, que esta ley de garantías, ha sido aprobada en el año 2021 siguiendo normativa comunitaria, y que no sólo se aplica a la venta de coches, sino que es extensible a todos los bienes de consumo vendidos por profesionales (móviles, ordenadores, tablets…).
Todos sabemos que cuando compramos un vehículo, tenemos derecho a una garantía que cubra todas las posibles averías del coche. Pues bien, hasta el año 2021, en el caso de que se comprase un vehículo nuevo existía una obligación de dar garantía de 2 años, sobre la cual debe responder el fabricante. Pero ahora a partir del 1 de enero del 2022, esta obligación de garantía (en el caso de que sea un problema de origen), pasará a ser de 3 años.
Respecto al tema de los recambios, esta nueva ley también ha sufrido modificaciones, puesto que a partir del año 2022 existe la obligación de que el fabricante tenga piezas de repuesto por un mínimo de 10 años a contar desde la fecha en la cual se dejó de fabricar ese modelo.
¿Cómo es la garantía de un coche nuevo?
Es importante tener en cuenta, que en lo que concierne al tema de los vicios ocultos se pasa de los 6 meses anteriores a 2 años a favor del cliente. Es decir que durante los primeros 2 años se entiende que el fallo viene de la producción. En el tercer año, puede ser un simple fallo posterior a la venta.
Con la nueva Ley de Garantías existe un cambio sustancial respecto a la carga de la prueba, es decir sobre quién tiene que demostrar el fallo o la avería en un coche nuevo.
Durante los seis primeros meses posteriores a la compra del vehículo, se entiende por ley que es el fabricante quién tiene que demostrar que el problema no ha sido causado por el propietario por un supuesto mal uso o mantenimiento del coche. Mientras que por el contrario, a partir del séptimo mes es el usuario quién tiene que demostrar que dicho fallo no es responsabilidad suya signo del fabricante.
Cuando hablamos de la garantía pura y dura que tiene que ofrecer el fabricante en un coche nuevo, esta pasa de 2 a 3 años y es importante destacar que durante los dos primeros años cualquier fallo se entiende que es de fábrica, salvo prueba en contrario.
Aspectos adicionales a tener en cuenta sobre la nueva ley de garantías
Hay dos excepciones principales que ya se consideraban el anterior ley de garantías. La primera es que cualquier elemento de desgaste no está incluido, y la segunda es que la garantía no se podrá exigir si se ha saltado alguna inspección previa exigida por el fabricante.
Es decir que, lo más importante es que los vehículos hagan los mantenimientos o las inspecciones siguiendo las pautas del fabricante (en cuanto a tiempo, kilómetros, tipos o calidades del aceite…), dando igual si se hacen concesionario oficial o en un taller libre.
En el caso hipotético de que el vehículo esté un tiempo en reparación, se tendrá que añadir al plazo de garantía legal los días que se haya tardado en reparar. Esto ya sucedía en la anterior ley.
¿Es lo mismo una garantía legal que una garantía comercial?
No, no es lo mismo. Cuando hablamos de garantía legal, es aquella que comentamos anteriormente, y que regula los derechos y obligaciones de los consumidores y usuarios. Mientras que si hablamos de garantía comercial, estamos hablando de aquellas garantías adicionales que son ofrecidas por los fabricantes con el fin de captar más clientes y mejorar su servicio (al menos a ojos del cliente).
Algunos ejemplos conocidos de garantía comercial son Premium selección para BMW. Garantía Estrella para Mercedes , Audi plus para Audi…
